miércoles, 2 de marzo de 2016

El salario de los ejecutivos por las nubes

A continuación reproducimos un artículo, publicado por Juanjo Basterra en el Periodista Canalla el pasado 27 de febrero, en él se analizan las subidas de sueldos aplicadas a distintos ejecutivos de grandes empresas y se relacionan con la subida media de los sueldos de la clase trabajadora vasca que está en un 0,62 % en el 2015. 

Traemos este tema aquí y ahora, puesto que van a ser algunos de estos señores ejecutivos quienes nos van a decir dentro de poco, en la negociación que se va a iniciar una vez finalizado el proceso electoral que se abre el día 7 de marzo, que tenemos una situación muy delicada y que remamos en el mismo barco. Estos datos no hacen más que reforzarnos en la idea de que si existen las clases y que somos el 99%.






¿Se puede permitir la sociedad que los directivos de las compañías ganen enormes cantidades de dinero, mientras persiste el paro, la pobreza y salarios bajos? ¿Por qué no se pone fin a esta exagerada desigualdad?

En Araba, Bizkaia y Gipuzkoa un 52% de la población declara al año unos ingresos anuales por debajo de los 18.000 euros. Un 33% percibe salarios inferiores a 13.000 euros al año. La pobreza aumenta y los salarios caen. El año pasado, según el Consejo de Relaciones Laborales (CRL), los salarios de los trabajadores crecieron una media del 0,62%, mientras que la economía creció cinco veces más que los salarios, teniendo en cuenta que un 65% de los trabajadores tienen el convenio decaído o pendiente de renovar sus condiciones salariales.

Sin embargo, en el otro lado de la balanza vemos a los ejecutivos de las compañías que tienen salarios desorbitados.
Hemos analizado a cuarenta empresas ligadas a Hego Euskal Herria, que ofrecen datos concretos (salvo Kutxabank, que no los ha desglosado todavía).
Por ejemplo: Alberto García Erauzkin, presidente de Euskaltel, ganó en 2015, lo que un trabajador vasco con un salario medio (entorno a los 27.000 euros) necesita 18 años para acumular esa misma cantidad, 480.000 euros. Si nos vamos al salario del presidente de Kutxabank, 600.000 euros (a falta que publique el dato exacto el banco vasco que es uno de los más opacos del mercado), un trabajador con salario medio necesitaría 22 años para acumular una cifra similar.

Si apostamos por los más ricos de los ejecutivos, tenemos que hablar de varias vidas para igualar sus salarios anuales. Así Ignacio Sánchez Galán percibió 9,5 millones (teniendo en cuenta el valor de sus acciones entregadas), por lo que necesitaríamos trabajar 352 años para igualar lo que el presidente de Iberdrola ganó en 2015. O 203 años para igualar el salario de Francisco González, presidente de BBVA, o 106 años para igualar el salario del responsable de Repsol, Josu Jon Imaz.

LAS MAYORES SUBIDAS

Pero ¿quiénes son los que más han incrementado sus salarios? 

Josu Jon Imaz aumentó en 2015 su sueldo en un 45,38%, hasta los 2,864 millones.César Alierta, presidente de Telefónica-Movistar, ganó 8,691 millones, un 29,06% más, mientras muchos trabajadores subcontratados lo hacen con salarios bajos que no a lanzan ni los 800 euros. Un ejemplo claro fue la protesta de Correscales, que recordó la lucha que mantienen muchos técnicos y empleados subcontratados.

Ignacio Martín, directivo de Gamesa, elevó su cuenta salarial en un 79,82% hasta los 2,397 millones, quizás para encontrar una mejor posición ante la integración o fusión con Siemens. Pero los mayores saltos se han producido en Caixabank, que ha vuelto a posiciones altas.

Así el sueldo de Gonzalo Gortázar se elevó un 121,6% sobre el año anterior, hasta los 2,575 millones o el de su compañero Antonio Massanell, 1,438 millones, un 118,54%. En este caso, destaca también que el consejo de administración de Kutxabank ha elevado en un 42,29% los sueldos, sobretodo, por el nuevo salario de Gregorio Villalabeitia, que ronda los 600.000 euros.

CURIOSIDADES

Damos cuenta de algunas curiosidades en los consejos de administración de estas sociedades analizadas. Por ejemplo, el expresidente de Kutxabank, Mario Fernández, que está imputado por el caso Cabieces, es consejero en Repsol. El año pasado percibió 302.000 euros,un 36,65% más que un año antes.

También destaca el exconsejero delegado de BBVA, Ángel Cano, percibió como finiquito el año pasado 15,761 millones y un año antes, 14,613 millones. Además cuenta con una suma de 29,369 millones en aportaciones. A Francisco González le están saliendo caros los ‘despidos’ de sus colaboradores, primero Ignacio Goirigolzarri (ahora presidente de Bankia) y ahora Cano.



En Iberdrola, el expresidente de BBK, Xabier Irala, ganó el año pasado 298.000 euros, aunque ya se jubila y será sustituido por Xabier Sagredo, presidente de la fundación BBK. También  ingresó 36.000 euros por seis meses en Tubacex, que fue sustituido por la exsecretaria general de Confebask, Nuria López de Gereñu, que obtuvo 42.000 euros por sus primeros seis meses en el consejo de la tubera de Laudio.

El exministro Angel Acebes, en el Gobierno español de Aznar, recibió en Iberdrola por asistir a unas cuantas reuniones del consejo de administración, 311.000 euros. Y la profesora de la UPV/EHU, Inés Macho, obtuvo 515.000 euros por estar en el consejo que preside Ignacio Sánchez Galán.

En BBVA, Susana Rodríguez Vidarte, exdecana de La Comercial de la Universidad de Deusto, ganó en el consejo 455.000 euros.

En Repsol, también está el exministro Luis Carlos Croissier, que recibió 309.000 euros por un puesto del consejo, controlado por Antonio Brufau y Josu Jon Imaz. En Vidrala, Carlos Delclaux Zulueta, recibió 413.000 euros en total y en Vocento, Luis Enríquez Nistal, logró un sueldo de 957.000 euros el año pasado, lejos de los 45.000 euros de José Ángel Corres, presidente de la Cámara de Comercio de Bilbao y de la junta del Athletic, en Euskaltel.

La sorpresa la ha dado Gamesa, que en medio de las negociaciones con Siemens, vemos que ha elevado los resultados y el sueldo de sus máximos responsables. Juan Luis Arregui, uno de los fundadores de la empresa, se sienta en el consejo y percibe 237.000 euros, y en el Banco Sabadell, que engulló al Guipuzcoano, cuenta con José Oliú, que percibió 2,839 millones en 2015.