Desde TU queremos hacer una
reflexión sobre la situación que estamos viviendo en el colectivo a turnos, así
como la síntesis de algunas cuestiones que surgieron en las asambleas
realizadas el pasado 9 de mayo para tratar sobre los nuevos vestuarios y el
relevo el campo concretamente.
Existe un malestar en este
colectivo desde hace tiempo debido a situaciones como el intento de modificar
la estructura en el puesto de Calderas, que al final se ha paralizado con la
presión conjunta de trabajadores y comité; los doblajes cada vez más
frecuentes, como la previsión para C1 o el estado de crisis permanente que se
sufre en AK3, Terminal Marítima o el puesto de Calidad; la dificultad de
impartir formación de una manera racional y la falta de previsión para formar
en tiempo de trabajo, por ejemplo, la formación de la parada de Refinerías 1 y
2 se ha propuesto fuera de horario de trabajo con el resultado de una
participación muy baja, y finalmente se ha resuelto facilitando información por
medio de un vídeo, pues no hay recursos suficientes para realizar la formación
deseable en tiempo de trabajo, o lo que es lo mismo el descenso generalizado en
aspectos de seguridad.
La solución de estos
problemas pasa de manera inevitable por aumentar el índice de cobertura. La
dirección, siendo conocedora de esta realidad y a pesar de nuestra insistencia,
no está dispuesta a realizar un nuevo curso OPQ para disponer de esas personas
tan necesarias lo antes posible. Si el tiempo mínimo, desde que se inicia el proceso
de selección hasta que se hacen titulares de unidad, supera los 18 meses,
estamos hablando de que antes de dos años no va a ser posible ir a la raíz del
problema.
Mientras tanto esta
relación de trabajo se traduce en afecciones a la salud de las personas y menos
seguridad. Está comprobado que en áreas donde más se dobla se generan más
problemas de salud, pues la falta de conciliación afecta al ambiente familiar
al igual que la falta de descanso. Además es muy discutible el nivel de
seguridad que se puede mantener en planta cuando se producen jornadas de 12 o
16 horas con la frecuencia que las sufrimos aquí.
Si se añade la pretensión
de la dirección de aumentar la jornada diaria con el relevo en campo que
significa más presencia en refinería, sin recursos para compensarlo, vamos
hacia un problema de graves dimensiones. Pues
parece que a la dirección no le preocupa el número alarmante de horas
extraordinarias que venimos sufriendo los últimos años, ni que en la dirección
de Producción solo durante los cuatro primeros meses de 2019 se hayan realizado
más de 31000, superando en 10.000 las
horas realizadas en todo 2018. En su discurso no salen del mantra de que
aumentar plantilla no es la solución pues las personas que entran a trabajar
también tienen derechos, como si la única salida fuera volver a la esclavitud o
auto reducirnos derechos.
Para está sección sindical
no es el momento de hacer experimentos pues hay problemas más importantes para
la plantilla que el relevo en campo. Asegurar que se cumplan las jornadas, que
se respeten los derechos de conciliación, una formación efectiva que permita
una cobertura eficiente son problemas que hay que afrontar urgentemente si se
quiere reconducir el ambiente de trabajo antes de que la estructura colapse y
haya que parar las unidades por falta de personal.