miércoles, 14 de julio de 2010

La refinería y el ruido



En este país las enfermedades profesionales son una realidad mal conocida debido a las deficiencias en la detección y diagnóstico y a una legislación obsoleta que no incluye gran cantidad de enfermedades. La hipoacusia, una enfermedad profesional de consecuencias silenciosas que van más allá de la sordera, ocupa el tercer puesto entre los males derivados del trabajo.

La normativa en relación con el ruido (Real Decreto 286/2006) establece la aplicación de medidas en todos aquellos puestos con exposiciones ponderadas para 8 horas mayores o iguales a 85dB y considera la reducción en el origen hasta el nivel más bajo posible la primera medida a tomar.

La refinería genera ruido, esto se percibe tanto desde dentro como desde fuera y solo hay que leer la prensa o ver los informes de la última valoración de riesgos en los puestos de trabajo que arroja datos como que de los 45 puestos revisados en 2009, 22 están por encima de los 85 dB.

La empresa intenta solucionar estas dos manifestaciones de un mismo problema, el ruido que afecta a los vecinos y un entorno de trabajo insalubre, sin actuar directamente sobre su origen.

Está claro que reducir la emisión de ruido en origen es la solución más adecuada, pero se obstina en buscar siempre las soluciones más baratas. Ante unidades ruidosas nos ofrece tapones para los oídos y frente a las quejas de los vecinos se plantea apantallar la refinería para que el ruido no se perciba en el exterior, lo que puede aumentar el ruido en refinería si no se toman las medidas concretas.

La tecnología da para mucho más y lo que faltan son inversiones. Nos dicen que van a actuar sobre cuatro equipos y tomar alguna otra medida en el origen, aún siendo muchos más los puntos de riesgo. No sabemos a qué espera la empresa para utilizar fuel-gas como combustible en los hornos, ya que además de ser más limpio estos producen menos ruido, ni tampoco entendemos por qué no acaba de poner fecha a la reunión monográfica solicitada para atajar de la manera más eficiente esta problemática.

Por otra parte no cabe duda de que nos debemos de proteger a la hora de trabajar en ambientes ruidosos, más si cabe cuando sabemos que estamos en un nivel perjudicial para la salud. En este sentido la Empresa debería de ofrecer todos los medios a disposición en el mercado, incluyendo las protecciones personalizadas, mucho más cómodas y soportables durante ocho horas que los tapones desechables que se utilizan.

Como ya hemos dicho la única solución efectiva para erradicar este problema es la reducción del ruido en el origen y lo que no nos sirve es la ya inevitable razón de que no se pueden afrontar ciertos gastos en la coyuntura económica que nos encontramos. Nuestra salud está por encima de sus beneficios.

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