lunes, 23 de enero de 2017

La parada mediática: Seguridad&Innovación




El eslogan que ha elegido la Dirección para acometer los trabajos de mantenimiento de la URF, nos da una idea de una parada en la que todo está controlado y se mejora de manera constante, sin embargo a juzgar por el inicio de los trabajos podemos decir que, en lo que respecta a las personas que realizan estos, no se percibe esa mejora ni en la programación de las jornadas, ni en las condiciones de trabajo.

Para una sección sindical como la nuestra este es un tiempo de tensión, pues somos conscientes de que durante este periodo se incrementa la actividad laboral con el fin de acabar lo antes posible los trabajos y esto aumenta los riesgos. Por ello hemos decidido que un delegado de prevención se dedique a tiempo completo a labores de supervisión, tanto de las condiciones de los y las trabajadoras, como de la ejecución de los trabajos desde la perspectiva de quienes los realizan.

Durante esta primera semana, en la que aún no se han empezado a desarrollar los trabajos más delicados, hemos detectado carencias y malas prácticas que pasamos a detallar.

A pesar de haber solicitado con tiempo suficiente que se adecuen y amplíe la capacidad de los vestuarios para contratistas, en los primeros días no ha sido posible estar a la altura de las necesidades y hemos tenido a 335 personas en unas instalaciones sin los servicios adecuados, también  otro de los vestuarios, que alberga 375 personas, ha estado sin luz, calefacción ni agua caliente.

También hay problemas con el edificio que se utiliza para comedor; tiene una capacidad insuficiente (110 personas) para el volumen de personas que desearían utilizarlo y a día de hoy están buscando la solución para quitar los baldes que tienen para recoger las goteras. Hay que decir que estos graves problemas se van solucionando gracias a la Dirección, pero a esto no lo llamaríamos innovación precisamente.

Otro aspecto en el que no se mejora año tras año es el manejo de la gran cantidad de vehículos que acuden a nuestras instalaciones. No solo en el tema del aparcamiento exterior que, a pesar de la oferta de aparcamiento disuasorio con lanzadera, sigue siendo un caos para las contratas. El mayor problema es el colapso de los accesos que se repite a las horas de máxima afluencia, con camiones en doble fila, el parking de personal propio saturado y el turno aparcando en los arcenes. Lo peor de esta situación es que se sigue sin reducir el número de vehículos que acceden a la planta y que  aun existiendo plazas libres en la zona de oficinas no se permita al turno de tarde entrar para ocuparlas, pues no son personal de confianza como las personas excluidas de convenio que si tienen acceso.

Como veis hay algunas cosas en las que no se pone tanto empeño para mejorar, esperamos poder avanzar también en estas cuestiones que afectan a las personas y que no por ello son menos importantes. Os seguiremos informando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario