martes, 24 de abril de 2018

La suspensión de la huelga de Eurest en Petronor: otro modo de hacer sindicalismo.


Desde hace dos meses los y las trabajadoras de Eurest, que prestan su servicio en el comedor, se han venido concentrando a la entrada de la refinería dos días a la semana, para reclamar una mejora de sus condiciones de trabajo. Entre sus demandas estaban el aumento de la plantilla para hacer frente a la sobrecarga de trabajo; el reconocimiento del plus de peligrosidad como al resto de personas que trabajan en el recinto industrial; la solución a las reclamaciones de cantidades que venían haciendo año tras año; el reconocimiento de la subrogación y la aplicación del convenio de Bizkaia.

A mediados de enero, las delegadas de ESK en Eurest, junto a las de TU en Petronor, hacían llegar un escrito a las gerencias de ambas empresas, recogiendo estas reivindicaciones, ya que otros sindicatos con más presencia en el centro de trabajo no acaban de implicarse. Durante el tiempo de las concentraciones no se obtuvo respuesta de ninguna gerencia, así como tampoco el apoyo de CCOO y UGT, más allá de lo simbólico.

En las últimas semanas las trabajadoras proponen convocar huelga indefinida a pesar de que el sindicato mayoritario en el centro les invitó a no hacerlo, con la excusa de que ésta sería ilegal. Cuando decisión de convocar huelga se confirma, les comunica que durante la misma no podrán hacer uso de la caja de resistencia ni del servicio jurídico del sindicato.

A pesar de esta presión, finalmente se registra una huelga indefinida a partir del lunes 23 de abril, lo cual se comunica a las gerencias el martes 17. Paralelamente ELA había convocado huelga de un día, el 24 de abril, para forzar a FEADRS (patronal estatal de hostelería) a desistir de su recurso judicial contra el Acuerdo Marco de Negociación Colectiva de la CAPV, coincidiendo con el juicio sobre la demanda interpuesta por la patronal.

El miércoles 18 de abril la dirección de Eurest se puso en contacto con el comité de huelga formado por las propias trabajadoras; éstas solicitaron nuestra mediación para emprender negociaciones. Finalmente, el jueves pasado y tras la votación de la plantilla afectada, se firmó un preacuerdo por el que se suspende la huelga durante un mes.

Este documento contiene, entre otros compromisos de la gerencia de Eurest, el pago a partir de la fecha de firma del complemento de peligrosidad para todas las trabajadoras, revalorizado anualmente y de cuantía lineal, la incorporación de al menos una persona en plantilla; el reconocimiento de la subrogación y la solución de los impagos en concepto de jornadas. Ese mismo jueves ELA suscribió un acuerdo con Eurest, por el que ésta se comprometía en nombre de la patronal FEADRS a retirar la demanda judicial contra el acuerdo marco de la CAPV.

Este relato de lo ocurrido durante las últimas semanas nos sirve para reflexionar sobre el sindicalismo actual y sus distintas aplicaciones en función de qué perspectiva elijamos.
El periódico finanzas.com ha publicado un análisis de esta situación por parte de CCOO. En el mismo, y desde un profundo desconocimiento de lo sucedido, se culpa a ELA de ‘mercadear’ con los derechos de todas las trabajadoras de Eurest a costa de hacer un acuerdo en Petronor, nada más lejos de la realidad.

Nuestra sección sindical hace una lectura distinta: ésta es una victoria de la organización desde abajo, que partió desde la asamblea, y se llevó a cabo pese a los obstáculos de las grandes estructuras sindicales. En definitiva, si bien todos los ámbitos de lucha son importantes, las protagonistas son siempre las trabajadoras, las personas que se organizan para defender sus derechos. El rol de los sindicatos es estar a su servicio, no al revés.

No hay comentarios:

Publicar un comentario