viernes, 5 de febrero de 2016

Norma de conducta

Como ya sabemos el 1 de enero entró en vigor la nueva norma de conducta, que fundamentalmente sirve para aplicar en esta refinería los criterios y cultura en seguridad del grupo Repsol. Debido a las dificultades de esta adaptación, pues la disposición del complejo industrial difiere bastante de otros en que se aplica la citada norma, se demoró su aplicación en algunos puntos. Actualmente se ha reconocido una salvedad para el colectivo de operador/a de control, debido a las dificultades que se iban a dar con el relevo si se imponía la obligación de trabajar con ropa atex y los epis exigidos en la norma a este colectivo.
Hay que decir que esta norma no está siendo respetuosa con otras normas de rango superior, como es la Evaluación de Riesgos Laborales de cada puesto, pues exige una sobreprotección sin tener ninguna justificación más que la uniformidad de criterios. Sin embargo, en otras situaciones se relaja su cumplimiento desde el inicio de su aplicación sin reflejar en ningún lugar estas alteraciones: en los cargaderos, en la terminal, en los puestos de administración dentro de la línea roja, en la propia línea roja que se mueve en función de criterios alejados de la seguridad, etc,.
Esta forma de proceder no nos sorprende, ya nos vamos acostumbrando a estas actuaciones impactantes como la campaña de limpieza que pretende trasladar responsabilidades al extremo más débil de la cadena, en vez de hacerlo a quien se ocupa sistemáticamente de reducir el presupuesto de Mantenimiento y con él la limpieza de unidades. Porque una cosa es manchar menos y otra quitar el servicio de limpieza, o limpiar cuando vienen los reaseguradores y luego exigir que se mantenga limpio.
Además hay cosas que llevamos años solicitando en el CSSLyMA, como que se extreme el orden, la limpieza y que se quiten los andamios antes del arranque de las unidades tras las paradas, pero esto parece imposible de conseguir. Debe ser más importante poner cerrillas en los fumaderos o hacer trabajar a la gente en un despacho con zapatos de seguridad y ropa atex.
Hasta ahora lo que sí se ha conseguido con el cambio de norma de conducta es crear confusión e incomodidades innecesarias a todos los colectivos que trabajamos en refinería. También ha quedado patente la intención uniformadora de la corporación sin atender a las razones de quien conoce de primera mano instalaciones y operativas. Creer que este cambio de norma va a mejorar la seguridad o reducir el número de accidentes es como cuando los árboles no te dejan ver el bosque.

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