Desde hace años la Dirección está intentando
convertir a los y las trabajadoras de Petronor en la quinta refinería, y año
tras año hemos ido frenando sus pretensiones gracias a la correlación de
fuerzas existente en el Comité. Sin embargo, en los últimos tiempos
asistimos a un proceso de Repsolización cada vez más intenso, desde modificaciones de nuestras normas
imponiendo los criterios de la multinacional hasta prácticas poco éticas con
las empresas contratistas a la hora de renovar sus contratos, que en muchos
casos se sustituyen por las empresas propuestas desde Madrid.
Como no podía ser menos, en este proceso de negociación también se percibe la obsesión de la empresa por incluir en el texto de nuestro convenio referencias que nos liguen a Repsol o al Acuerdo Marco. Asimismo es curioso observar cómo las propuestas de la empresa siempre son bien vistas por los sindicatos con presencia en la multinacional y viceversa.
La última oferta de la empresa en cuanto a ultraactividad es el ejemplo claro de esa voluntad uniformadora. No asegura ni siquiera los doce meses previstos en la reforma, y al estar condicionada a la firma del Acuerdo Marco y tener un límite de 18 meses, si este se firmara después de junio de 2014 nuestro tiempo real de negociación se reduciría. Esta es la consecuencia de ligarnos a un acuerdo en el que no tenemos ni voz ni voto, además en el último párrafo del texto se ofrece una posible salida, que no es otra que la rechazada en la asamblea de mayo: mantener las condiciones mientras se negocie a cambio de paz social.
Entendemos que la empresa con su última propuesta cumple sólo con el compromiso, tomado al reabrir las negociación, de blindar el convenio, no así con el de garantizar la ultraactividad. Para TU esta oferta es insuficiente, debe cumplir su compromiso en cuanto a ultraactividad y aumentar la plantilla en el laboratorio para posibilitar el cierre de esta negociación si quiere evitar que se lleve adelante el mandato de la Asamblea con el fin de convocar medidas de presión.
Como no podía ser menos, en este proceso de negociación también se percibe la obsesión de la empresa por incluir en el texto de nuestro convenio referencias que nos liguen a Repsol o al Acuerdo Marco. Asimismo es curioso observar cómo las propuestas de la empresa siempre son bien vistas por los sindicatos con presencia en la multinacional y viceversa.
La última oferta de la empresa en cuanto a ultraactividad es el ejemplo claro de esa voluntad uniformadora. No asegura ni siquiera los doce meses previstos en la reforma, y al estar condicionada a la firma del Acuerdo Marco y tener un límite de 18 meses, si este se firmara después de junio de 2014 nuestro tiempo real de negociación se reduciría. Esta es la consecuencia de ligarnos a un acuerdo en el que no tenemos ni voz ni voto, además en el último párrafo del texto se ofrece una posible salida, que no es otra que la rechazada en la asamblea de mayo: mantener las condiciones mientras se negocie a cambio de paz social.
Entendemos que la empresa con su última propuesta cumple sólo con el compromiso, tomado al reabrir las negociación, de blindar el convenio, no así con el de garantizar la ultraactividad. Para TU esta oferta es insuficiente, debe cumplir su compromiso en cuanto a ultraactividad y aumentar la plantilla en el laboratorio para posibilitar el cierre de esta negociación si quiere evitar que se lleve adelante el mandato de la Asamblea con el fin de convocar medidas de presión.