Sí, sabemos en qué puestos de trabajo se
supera este nivel de ruido y debemos actuar antes de reclamar cantidades
económicas, porque ese es el ámbito en el que las empresas se encuentran mejor,
el de cambiar salud por dinero. Presionar para que se invierta en reducir del
ruido en origen, con la mejoría que ello conlleva para el
entorno y las personas que trabajamos aquí, es una máxima a mantener.
Mientras tanto insistir en la utilización
de los EPI’s adecuados, sabiendo que “es
recomendable que en la elección del protector auditivo intervenga directamente
el usuario” para así facilitar su uso continuado pues, “los protectores auditivos deben utilizarse durante la totalidad de la
exposición, ya que su eficacia disminuye de forma exponencial al disminuir el
tiempo de uso del protector.” tal y como dice la norma NTP638 referente a
la atenuación efectiva de los protectores.
Es necesario vigilar nuestras audiometrías
y síntomas relacionados con el oído como nauseas, vértigos, etc, sabiendo que además
trabajamos con sustancias ototóxicas que pueden aumentar las consecuencias que
padecemos al trabajar en ambientes ruidosos. Por ello es importante insistir en
reducir por todos los medios el ruido en su origen, por ejemplo haciendo un
mantenimiento más cercano y riguroso en vez de alargar las paradas generales a
6 años, como viene siendo práctica habitual en la fábrica.
Tenemos que conocer bien nuestros derechos
y exigirlos, es importante conservar la salud, el oído en este caso, y
disponer de información para saber cómo protegernos.