miércoles, 23 de junio de 2021

La bandera bien alta

Esta es la valoración del comité de empresa una vez finalizado el periodo de huelga. Adjuntamos la foto del acto final en el que se iza la bandera de Petronorreko langileen borrokan como última movilización de las programadas durante los 9 días.

El pasado viernes 11, la dirección publicó una nota con su relato de la negociación realizada antes del inicio de la huelga de 9 días, convocada por el comité de empresa. En ella insiste en la necesidad de aplicar el ERTE, proponiendo reducir la afección entre la plantilla, prácticamente en los mismos términos que durante el periodo de consultas. Sin embargo, omite todo lo que tiene que ver con los incumplimientos de acuerdos, que son la raíz del problema. El mismo día que publica su nota, desde Repsol, se comunica la recuperación de la producción en Puertollano. 

Es muy complicado alcanzar acuerdos con quien incumple su palabra, sobre todo si antes no hay un gesto de disculpa y una explicación razonando los motivos. En esta situación nos vemos con una dirección que, después de no contratar a las 17 personas del último OPQ, reconoce que son necesarias para su “plan de polivalencia”, pero ni siquiera lo incluye en su nota explicando por qué le es imposible llegar a “acuerdos” con el comité. Pretende seguir su hoja de ruta precarizadora, utilizando a estas personas para fines distintos a los acordados. 

Teníamos normalizado el espectáculo de la dirección. El juego de dividirnos en colectivos para desviar el objetivo de nuestra lucha les había funcionado hasta ahora. Esta huelga ha sido un ejemplo de que hemos cambiado. Hay que continuar en esa línea. Todos y todas a una. Tenemos los ojos bien abiertos y no vamos a dejar que nos enreden con sus vasos de trilero. 

Esta huelga nos ha servido también para acumular fuerzas con las que enfrentar el proceso que estamos viviendo, mucho más profundo que la coyuntura del covid. Vamos a pensar las siguientes medidas a tomar, porque la lucha va a ser larga y solo se puede ganar si somos capaces de generar dinámicas de unidad, en la plantilla, en el comité, con las contratas, con otras empresas en lucha y con los colectivos sociales. 

En estos nueve días, hemos sufrido también la abusiva aplicación de la ley, tanto en forma de orden ministerial que vacía de contenido el derecho de huelga, y que recurriremos ante la justicia, como por la actuación de la policía, como si fuera el servicio de seguridad del castillo, con resultado de una detención y numerosas lesiones a trabajadores y trabajadoras que defendían sus derechos pacíficamente.

No nos van a amedrentar, sabemos que podemos llegar muy lejos si caminamos a la par. En esta huelga, los trabajadores y las trabajadoras de Petronor hemos dejado la bandera bien alta.



lunes, 1 de marzo de 2021

La dirección no responde, la plantilla sí.

 El pasado jueves 25 se ha celebrado la reunión de la comisión de Formación solicitada el 20 enero. A ella solo han acudido dos personas por parte de la dirección, el coordinador de Personas y Talento, Sr. Domínguez y la gestora de Talento, Sra. Gaztelu. Son sorprendentes las ausencias pues la mayor parte de los temas a tratar tenían que ver con Producción y con los acuerdos firmados por la dirección en julio de 2019 y enero de 2020.

La falta de representación se hace más grave cuando lo que nos vienen a trasladar en la reunión es que no van a cumplir con ninguno de los puntos fundamentales recogidos en los acuerdos alcanzados en esas fechas. Es decir: no se va a crear la formación Dual; ni formar a las 33 personas acordadas; tampoco contratarán a las personas que se están formando actualmente, de hecho, ni siquiera las terminarán de formar; cuando acaben sus contratos las personas del primer curso, se le incluirá en una bolsa, que no explican cómo funciona; tampoco se desarrollará el acuerdo para cubrir las ausencias de más de 10 días en jornada ordinaria, etc. 

La dirección tiene que saber que incumpliendo su palabra constantemente socava de forma irreparable la relación laboral. Una vez perdida la confianza, ¿qué nuevos acuerdos se pueden alcanzar con esas personas? Qué nos asegura que van a cumplir sus compromisos de seguridad, por ejemplo. Con qué autoridad nos pueden exigir que cumplamos con nuestras responsabilidades. Es un abuso inaceptable. 

Hasta la fecha la plantilla está demostrando una actitud responsable, a la altura de las circunstancias. Sin embargo, desde la dirección solo se piden esfuerzos a una parte, mientras se envían mensajes contradictorios. Amenaza con un ERTE el 9 de febrero, generando incertidumbre, y no hemos vuelto a tener noticias. ¿Se puede trabajar con seguridad sin saber si la semana siguiente se estará en el paro? Esta debe de ser la relación laboral que pretenden. Al final no es nada nuevo, sus pérdidas las llaman crisis y quieren que las paguemos las de abajo. 

Ante esta situación debemos actuar. No podemos esperar que la solución venga de quienes están llevando la empresa a esta decadencia, en la que nada funciona y no se respeta la palabra ni los acuerdos. No vale solo con judicializar el tema, que es el campo en el que mejor juegan, hay que poner en tela de juicio su impunidad, protestando con todas las herramientas. Es necesaria la implicación de todos y todas. Nuestro futuro está en juego.