Entre los trabajos programados en la parada que se realizó hace un año en la refinería de Muskiz estaba la reparación de la línea de crudo de la Terminal Marítima. Este trabajo fue controvertido en su desarrollo, de hecho se terminó casi dos meses más tarde de lo programado, debido entre otras cosas a un mal planteamiento inicial de los trabajos. Durante su ejecución se produjeron pequeños incendios y derrames de producto, que llevaron al jefe de área a publicar varios correos en los que llamaba a “extremar la seguridad en los trabajos para llevarlos a buen puerto”.
En la noche del 11 al 12 de octubre un equipo de la empresa Albandi, que
llevaba trabajando desde la mañana, abandonó sin terminar la tarea que tenían
programada debido, entre otros motivos, a la demora al renovar su permiso de
trabajo. Esto produjo un enfrentamiento entre los responsables de distintos
departamentos, por una parte el jefe de sección de turno, responsable de la
renovación, y un encargado del departamento de Mantenimiento, responsable a su
vez de la ejecución.
Para aclarar lo sucedido, el jefe de área de la terminal marítima convocó
una reunión entre los implicados y sus líneas de mando a la que el citado jefe
de sección nos invitó a acudir, pues no estaba seguro del trato que iba a
recibir. Personados en el lugar de la reunión a la hora indicada los
representantes de TU advertimos al jefe de la terminal nuestra intención de al
menos presenciar la reunión, lo que llevo a éste a elevar el tono de la
conversación, descalificando a nuestro representado ante todo el personal del
turno a su cargo. En este ambiente tenso la reunión no se llegó a realizar, sin
embargo 15 días después se sancionó con 7 días de empleo y sueldo al jefe de
sección.
Ante esta situación la sección sindical de TU solicitamos a la
inspección de trabajo el detalle de las horas trabajadas por el equipo de
Albandi esa semana, ese informe aún no ha llegado. También enviamos un escrito
la dirección explicando las labores que había realizado el sancionado antes de
proceder a la firma del otro permiso de trabajo que tenía pendiente esa noche;
que había estado en todo momento en el canal correspondiente de su emisora,
etc,.
Además adjuntamos una copia de la carta dirigida al director de Personas y
Organización, el mismo día que se suspendió la reunión entre departamentos, en la que solicitamos la creación de un protocolo para estos casos, ofreciendo
nuestra colaboración para reconducir ese caso concreto y que a fecha de hoy no
ha sido contestado. A pesar de nuestras alegaciones la sanción se llevó a
efecto en diciembre de 2013.
Por esta razón nos vimos en la necesidad de acudir una vez más a los
tribunales que han entendido lo injusto de la actitud de la empresa
condenándola a reponer el salario de nuestro compañero. Esto es motivo de
satisfacción pero nos parece insuficiente por varias razones. No se toma
ninguna acción desde dentro de la empresa para corregir a quien actuó bajo
principios erróneos. Tampoco se tiene en cuenta la reparación de la dignidad
del sancionado tras haberle menospreciado públicamente.
En cuanto a la suspensión de los trabajos nada se dice del estado real
de las personas que lo ejecutaban ni de la capacidad de juzgar esto por parte
de quien debe autorizarlos. Este es un tema importante, como sabemos las horas
extraordinarias en Petronor el año pasado fueron más de 38000, y eso es solo la
punta del iceberg si lo comparamos con las que realizan las empresas
contratistas, sobre todo en los periodos de parada como este.
Esperamos que esta pequeña victoria sirva para sacar a la luz los
problemas de fondo, esos de los que nunca se habla. ¿Por qué quien tiene la
responsabilidad de autorizar un trabajo no tiene la capacidad de decidir y se
le sanciona si su decisión no es del gusto de la organización? ¿Por qué hay
trabajos en los que para llevar un sueldo digno a casa no tienes otro remedio
que prolongar la jornada? ¿Por qué hay tantas personas sin empleo? ¿Por qué las
empresas que hacen gala de transparencia no la practican cuando queremos
hablar de horas extraordinarias?
Esta fue la respuesta en su día del típico “corre-ve-i-dile”. No sé si la seguirá manteniendo o quizás piense ahora que el juez es casero...
ResponderEliminarAnónimo miércoles, diciembre 18, 2013
1.-Si desconoces el asunto y los términos de la sanción, mejor que te calles. Quizá tengas que preguntar a otras personas o compañer@s, si han podido verse afectados por la actuación del sancionado.
2.- El merito o desmerito no es del jefe de área, es del propio individuo. Nadie premia ni se castiga, sino uno mismo
Ahora toca silencio, no hay criticas, ni disculpas.
ResponderEliminarFelicidades compañer@s!!!! Seguir así, en la lucha, que si no... la que se nos viene encima.