En estos momentos de cambio de año siempre surgen dudas sobre cómo
aplica la actualización de tablas y fundamentalmente cómo quedan los atrasos,
que esperamos ver pronto reflejados en la nómina. En esta ocasión, además, como
se cierra un ciclo de convenio, está por ver si se consolida el 100% IPC o
perdemos poder adquisitivo.
A expensas del cierre contable, con los datos publicados hasta el momento, consideramos que se van a alcanzar estos resultados. En primer lugar, sería muy difícil de explicar, tanto para el grupo Repsol como para Petronor, que después de conseguir los grandes beneficios acumulados en este periodo devalúe el sueldo a sus empleados. En segundo lugar, porque los sindicatos que defienden este modelo de negociación necesitan crédito si pretenden continuar con la misma fórmula de revisión salarial. Más aun cuando estamos frente a la próxima negociación.
Si miramos a nuestro alrededor, vemos que el modelo de revisión salarial
a la baja está plenamente aceptado por CCOO y UGT, en connivencia con la
patronal. Basta consultar los acuerdos alcanzados en otras empresas del sector
para comprobar que el modelo de revisión se repite, y esto nos hace pensar que
es el que ha ganado en estas elecciones. (https://www.diariodesevilla.es/economia/incrementos-salariales-conciliacion-claves-nuevo-convenio-colectivo-moeve_0_2002965146.html)
En cualquier caso, nuestra sección sindical nunca va a defender el mantenimiento del poder adquisitivo, y menos aceptar la devaluación salarial, en caso de que la compañía, atiborrada de ayudas públicas y pingües beneficios, gane unos eurillos menos de los previstos. La patronal y algunos sindicatos van inculcando el mensaje de que, si ellos dejan de ganar, están perdiendo, mientras que nosotros, los y las trabajadoras, si dejamos de perder o empatamos, ya estamos ganando. Este mensaje esconde una lógica perversa que, una vez más, sirve para justificar el reparto injusto de la riqueza que producimos.
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